11 agosto 2011

Delicadeza de la Flor de Dzidzilché (Gymnopodium floribundum)

La flor del dzidzilché, árbol pequeño de corteza profundamente fisurada, hojas laternas, simples ovadas a elípticas a obovadas, corto pecioladas, base redonda a obtusa, margen entero áoice, redondeados a obtusos, pubescentes en la superficie inferior, flores en panojas racemosa, a partir de yemas cerca del final del crecimiento de la temporada anterior-es, flores verdosas.

La corteza áspera rayado, ofrece un sustrato para el establecimiento de orquídeas epífitas y bromelias. Las flores producen mucho néctar y son muy importantes en la producción de miel.

Sin embrago éstas productivas flores son muy sensibles y en segundos pueden perder todo su potencial productivo según comentarios de expertos apicultores.

Delio Ramiro, un joven dedicado a la apicultura desde hace varios años expresa con toda seguridad que el reflejo de los relámpagos de la lluvia cuando estás flores están abriéndose les ocasiona un daño irrevesible truncando su etapa productiva, resecándolas días después como si las hubieran pasado por un horno.


1 comentario:

al dijo...

Hola,me interesaria saber si me puede usted traducir este poema a la maya y cuanto me cobraria por hacerlo. Gracias. Mi correo albertocelarie@yahoo.com.mx

El viento se sentó en su banca de piedra fina,
A escuchar, cuando llego aquel hombre a Tzimintún.
–Tres lunas he viajado, y en tres más me iré.
Pero arderá el mar cuando regrese.
¿Qué quién soy? No tengo nombre, soy el Sacerdote Jaguar.
Esto es lo que puedo decir:
Reúne las piedras de la sabana
Y tráelas en una brazada contra tu pecho si eres hombre y jefe.
Si eres noble, sabes de donde viene tu nobleza.
Si eres de la raza de los Señores Príncipes de esta tierra
Sabrás que las piedras son las codornices, que debes juntar y proteger.
Si eres verdadero hombre,
Búscame las cuentas verdes de tu oración
Dime cuánto tiempo oras.
Tráeme tu braguero ceñidor para que yo lo huela.
El olor de tu cuerpo, el olor de tu ropa,
Más que el olor del centro de las nubes,
Me dirán si te anima la verdad.
Tu primer olor ha de ser el de copal encendido;
Tu primer alimento, de cacao.
Tráeme las entrañas de tu hija,
Las orejas de tus abejas.
¿Entiendes? Tráeme tus colmenas.
Lo que te pido es que cuides tu heredad,
Que no te avergüences de comer yuca cocida, que son los huesos de tus padres.
Y al armadillo, que es como un pobre viejo desabrochado,
Ayúdalo.
Lo que te pido son tres tajadas del cielo
Y un tronco de henequén,
Un tronco sin brazos pero con corazón.
Que venga muy adornado con las flores del dzidzil .
Lo que te pido es que formes hombres,
Pollos de cresta y no esclavos.
Lo que te pido son frijoles negros y libertad para el jaguar en su gruta.
Lo que te ofrezco es tu piedra y tus luciérnagas de noche:
Tu jícara llena de sacab; tus milpas, tus melones;
Y en tu pueblo y tus gentes, su antigua sonrisa y buenos modos.
¿Qué quienes son tu gente?
No tienen nombre, y esperan a que los llames.
¿Qué quien es tu pueblo?
Cada uno que llora. Todos.